
EL NUEVO PARADIGMA
“PARTICIPAR PARA GANAR SALUD… POSITIVA”
No cabe duda de que se crea salud cuando nos preocupamos de nosotros mismos y de los demás, cuando somos capaces de tomar decisiones y controlar las circunstancias de nuestra vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los Determinantes Sociales de la Salud (DSS) como las circunstancias en las que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, incluido el sistema de salud. Esas circunstancias son el resultado de la distribución del dinero, el poder y los recursos a nivel mundial, nacional y local, que depende a su vez de las políticas adoptadas. Ejemplos de DSS incluyen las políticas del estado de bienestar, las condiciones de empleo y trabajo, los ingresos y situación económica, el entorno residencial, los servicios de salud y características sociales como la clase, el género, la edad, la etnia o el territorio.
La desigual distribución de los DSS en la población da como resultado la aparición de desigualdades sociales en salud, que son las diferencias en salud injustas, sistemáticas y evitables entre grupos poblacionales definidos social, económica, demográfica o geográficamente.
Uno de los modelos más utilizados es el modelo de Dalghren y Whitehead de 1991, que situó las redes sociales y comunitarias y las condiciones socioeconómicas, culturales y ambientales en la génesis de la salud de los individuos, en un marco conceptual ecológico donde los determinantes individuales se integran con los colectivos.

Modelo de la Comisión Nacional para reducir las Desigualdades en Salud en España (2010).
En 2008 se desarrolla el marco conceptual de los DSS por la OMS. En 2010 este marco de OMS fue adaptado en España por la Comisión Nacional para las Desigualdades en Salud, dando más peso a aspectos relacionados con el género, el trabajo doméstico y los cuidados o el entorno residencial .

Politicas Saludables

Una ciudad saludable es aquella que crea y mejora continuamente sus entornos físicos y sociales y amplía aquellos recursos de la comunidad que permiten el apoyo mutuo de las personas para realizar todas las funciones vitales y conseguir el desarrollo máximo de sus potencialidades.
Se puede inferir que las principales características para una ciudad saludable son:
· Un entorno de alta calidad, limpio y seguro.
· Un ecosistema estable en el presente y sostenible a largo plazo
· Un alto grado de participación y control por parte de la ciudadanía sobre decisiones que afecten a sus vidas, a su salud y a su bienestar.
· Un nivel óptimo de salud apropiada y servicios sanitarios asequibles para todos/as.
Para ello el desarrollo de las políticas de salud, deben contemplar, la elaboración de planes intersectoriales locales y accesibles para concienciar a la población sobre los beneficios de una dieta sana, el consumo responsable de alcohol y la prevención del abuso de alcohol y drogas. Adoptar vida activa, actividad física y movilidad fácil como tema clave en las políticas y los planes de desarrollo. Concienciar a la población y desarrollar programas de apoyo sobre la vida en salud para grupos sociales vulnerables, e introducirlos en los entornos más frecuentados (colegios, barrios, lugares de trabajo).
Unido a ello la promoción de la salud no solo se puede basar en recursos y estructuras tangibles, sino también a través de la concienciación pública y política sobre salud y la participación comunitaria.
En definitiva, una política saludable es aquella que utiliza la dirección y los recursos de la Corporación Local para crear entornos para la vida diaria de los ciudadanos desde un modelo de salud positiva donde los procesos de intervención comunitaria en promoción de la salud aportan herramientas que parten del bienestar de las personas y de los grupos, y no de sus problemas, incorporando los recursos que tiene una comunidad en procesos de cambio social.
Las acciones dirigidas a mejorar la salud deben actuar de manera más amplia y tener en cuenta los distintos factores y sectores implicados: las condiciones socio-económicas, culturales y ambientales y las actividades de los diferentes sectores (educación, vivienda....) que inciden en la vida y el trabajo de las personas, en sus relaciones sociales, en el apoyo social que reciben, y facilitan o impiden estilos, formas de vida saludables.
En la actualidad, el lugar donde vivimos afecta a nuestra salud y a nuestras posibilidades de tener una vida próspera, y por ello la promoción de la salud se basa en el desarrollo personal y social, por medio de la información, la educación para la salud y la creación de hábitos de vida.
Por lo tanto la salud y su mantenimiento deben ser reconocidos desde las políticas públicas y en especial las locales como una inversión y un desafío social importante abordando la faceta ecológica global de los modos de vida de sus ciudadanos/as.
Es importante destacar que las políticas locales de urbanismo, medioambiente, bienestar social, entre otras, influyen mucho en la salud de la población. El municipio es el lugar por excelencia de convivencia y por ello tiene un papel esencial en la salud de las personas, siendo un lugar idóneo para articular una reorientación de estas políticas hacia la salud. Existen aspectos en el ámbito local que facilitan el desarrollo y promoción de la salud.